Era hijo del rey de Granada Abu-I-Hasan Ali (Muley-Hacén) y ascendió al trono tras una revuelta de la población granadina del Albaicín a causa de los elevados impuestos, para lo que obtuvo el respaldo de la familia granadina de los Abencerrajes (enfrentada a la de los Zegríes, que apoyaba a su padre).
Al año siguiente, 1.483, fue derrotado cerca de Lucena por las tropas castellanas del rey Fernando II el Católico, al mando de Diego III Fernández de Córdoba, Alcaide de los Donceles, 2º Conde de Cabra, Señor de Lucena y, posteriormente, Marqués de Comares, recibiendo igualmente este último el privilegio de ostentar en su escudo la cabeza encadenada de un moro y las 22 banderas árabes capturadas. En la batalla del arroyo Martín González, en los llanos de Campo de Aras, el regidor lucentino Martín Hurtado lo aprehendió entre sus zarzas. Boabdil fue capturado y estuvo preso, entre otros lugares, en el castillo de Lucena, en su torre octogonal del Moral. Mientras tanto, el trono de Granada fue ocupado de nuevo por su padre.
En 1.486 Boabdil aceptó gobernar Granada como reino tributario de Castilla, sometiéndose a su vasallaje, por lo que Fernando el Católico le devolvió la libertad y restauró en el trono. Tuvo que firmar para ello el humillante pacto de Córdoba, por el cual se comprometía a entregar a Castilla la parte del territorio granadino en poder de Muley-Hacén. "La rendición de Granada", de José Moreno Carbonero (1.858-1.942)
Se vio obligado, asimismo, a luchar contra otro rival, su tío Abu Abd Allah Mamad (el Zagal) y contra los zegríes. Estas guerras civiles favorecieron el avance de los cristianos, que, tras diez años de acciones militares y diplomáticas, pusieron sitio a Granada en la primavera de 1.491. A pesar de la defensa que de ella hicieron los musulmanes, Granada cayó el 2 de enero de 1.492, víctima del empuje de las armas castellanas y la habilidad de Fernando el Católico para sembrar la discordia y las rivalidades en el reino granadino. La ciudad estaba profundamente dividida sobre si debía o no rendirse, por lo que antes de la capitulación entraron en la ciudad tropas castellanas para evitar posibles revueltas. La capitulación se produjo, ante los Reyes Católicos, el 6 de enero del mismo año y significó el fin de la denominada Reconquista española, que había durado ocho siglos.
Se permitió que Boabdil se retirase a la comarca granadina de las Alpujarras, siendo recompensado con el señorío de estas tierras, pero más tarde se trasladó a Fez (Marruecos), hasta su muerte en 1.527.
Según una extendida leyenda española cuya veracidad no está atestiguada por ninguna documentación, al salir de Granada camino de su exilio en las Alpujarras, cuando coronaba una colina, volvió la cabeza para ver su ciudad por última vez y lloró, escuchando de su madre la sultana Aixa:"no llores como una mujer lo que no supiste defender como un hombre". Debido a esto esa colina recibe el nombre del Suspiro del moro.
José Gilabert escribío esta poesía sobre Boabdil:
¡Si yo pudiera, Boabdil,
devolverte la mirada,
con todas sus flores vivas,
sin cruces y sin espadas,
sin Isabel ni Fernando,
sin el agua encarcelada!
¡Si yo pudiera, Boabdil,
devolverte la mirada...!
Yo lloraría contigo
si la historia me dejara,
lloraría siete siglos
hasta que el llanto estallara...
¡Si yo pudiera, Boabdil,
devolverte la mirada,
como el agua libre y limpia
por la vega de Granada!
José Gilabert
Boabdil el Chico es otro de los personajes que aparecen en la colección de Medallas que he comentado en este post.
Poco a poco vamos conociendo la historia de esta ciudad que nos embruja y nos enamora.
ResponderEliminarAnimo MA me gusta el trabajo que estas realizando y el cariño que pones en el
Muchas gracias JMC besos y cuidate mucho .MA.
ResponderEliminarpooor faavoor alguuiiien mee puuedee deeciir k lee diijo segun la tradicion la madree a boabdil el chico, ultimo reey musulman de granada, cuando estuvienron en la ciudad
ResponderEliminarCuenta la leyenda, que Aixa la madre del rey Chico, le dijo cuando salian de la ciudad de Granada. No llores como una mujer , lo que no supiste defender como un hombre.Y eso fue en el llamado suspiro del moro .
ResponderEliminarConocéis la poesía que empezaba así?:
ResponderEliminarEl año de cuatrocientos que noventa y dos corría,
el Rey Chico de Granada perdió el reino que tenía.
Salióse de la ciudad el lunes a medio día,
cercado de caballeros, la flor de la morería.
No logro recordar como continúa ...
Saludos y Gracias.
Alguien podría decirme que fue de Boabdil cuando marchó hacia Fez?
ResponderEliminarNo quisiera inmiscuirme pero Aixa nunca le dijó a Boabdil "llora como mujer lo que no supiste defender como un hombre", ya que está frase fue inventada por los vencedores, es decir,por los cristianos.